top of page

Viajando sin mi bebé...

¡Qué felicidad tener a tu bebé! han pasado 3 meses y regresas a trabajar. Todo es miel sobre hojuelas. De pronto te dicen que es necesario que hagas un viaje de trabajo. Por un lado te da emoción. Qué bien que te tomaron en cuenta para ese viaje y ves el lado positivo. De pronto, piensas que tienes un chiquito en casa y qué pasará con él. "¿Lo voy a dejar solo? ¿Quién lo va a cuidar? ¿Cómo le hago con la leche materna?" Son muchos sentimientos encontrados.

Conforme se va acercando la fecha te pones más sentimental y aprensiva. Yo lloré toda una semana antes de irme de viaje. Por fin resuelves la logística de quién te ayudará con tu bebé durante tu viaje. Antes de embarazarte o de ser mamá, nunca pensabas en qué pasaría si un día "no estás", pero ahora que eres mamá, te agobia el pensamiento con tu bebé. "Y si me pasara algo, qué sería de mi bebé?, ¿si no lo vuelvo a ver?". Amas tanto a ese #bebé, que ya no te imaginas sin él. Este bebé es todo para tí y te aterra la idea de no estar para él.

Ya te autoterapiaste y sientes que ya tienes los sentimientos controlados. ¡Llega el esperado día del viaje!

En la mañana, antes de salir de casa, te despides de tu bebé 100 veces con mil besos y abrazos. Le pides a Dios que te deje regresar con bien para tu bebé y que te lo cuide. Te vuelves a despedir. Te subes al taxi o tu coche con la maleta y tus cosas y un pedazo de tu corazón queda todo fracturado. Se te salen algunas lágrimas, pero tratas de controlarte.

Llegas a la oficina y tú super cool. Valiente. Te subes al elevador con tu maleta y alguien te hace plática. Obvio que si te ven con maleta, saben que te vas de #viaje. ¿Y por qué no, a alguien se le ocurre preguntarte por tu bebé? "¿y tu bebé? si está tan chiquito, pobrecito, ¿quién te lo va a cuidar?, pobrecito."

Error fatal!!! no hubieran hecho esa trágica pregunta. En ese momento, toda tu valentía se fue a la basura. ¡Eres un mar de lágrimas! Este individuo, recordará toda su vida que ese tipo de comentario/ pregunta no se hacen. El pobre ya no sabe ni cómo consolarte para que dejes de llorar. Te pide mil disculpas, pero ya movió una fibra que no debió haber movido.

Pasa el tiempo y y estás lista para irte al aeropuerto. Respiras. Todo el día, has pensado en tu bebé. Ya más tranquila, pero sigues pensando en él. Te subes al avión y nuevamente te salen algunas lágrimas. Respiras. Llegas a tu destino y haces lo que tenías que hacer, ya más tranquila y hablando cada media hora a casa (o a quién lo esté cuidando). En fin, pasa el día así.

Cuando llegas por fin a tu hotel, entras a tu cuarto. De pronto ves una cama perfecta. Te quitas los zapatos y disfrutas la sensación de caminar descalza con la tranquilidad de que no hay juguetes tirados ni nada que te ensucie los pies. Todo perfectamente arreglado, limpio, todo en su lugar. Hay paz, silencio. No puedes creerlo. Respiras. Vuelves a respirar y descubres que tu cuarto tiene un olor especial, como menta con cítricos. Te sientes relajada, como en el spa. Abres la ventana de tu cuarto y el mar en frente. La mejor vista. Te sientas en la silla, subes los pies a la mesita. ¡No puedes creer que estás ahí! Sola, sin esposo, sin niños, sin obligaciones, sin la prisa de siempre. Respiras. Sigues viendo tu cuarto y te encuentras con un jacuzzi o tina. Son las 6pm y ya terminó tu día. Te das cuenta que no tienes a nadie a quien cuidar, no tienes que esperar a nadie, eres libre! eres libre y tienes una cama para tí sola, tienes un jacuzzi para por fin tomar un baño por el tiempo que quieras sin nadie que te interrumpa. Piensas que ahora sí vas a descansar y lo que más deseas es dormir temprano o simplemente meterte a la cama a leer lo que te de la gana o ver la Tv sin que nadie te moleste.

A partir de ese momento, te das cuenta que no fue tan malo irte de viaje sola y agradeces este pequeño break que te da la vida. Te pones la ropa del gym y disfrutas tu tarde como nunca.

Cuando regresas a tu casa, regresas feliz y recargada de pila. Lista para tu siguiente viaje!!!!

Disfrutando tu espacio sin nadie que te interrumpa

bottom of page