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8 cosas que uno aprende de los niños en vacaciones

En el día a día, a veces estamos tan metidos en la rutina, que muchas veces reaccionamos como máquinas, haciendo ciclos. Se van los niños a la escuela o guardería, nosotros al trabajo o a nuestras actividades en casa, llegan los niños, hacer tareas, clases extras, baño, cena, rápido a dormir porque mañana hay que levantarse temprano. Y así, el siguiente día, y el siguiente.

Deciden tomar vacaciones y desde que se lo dices a tus hijos, no dejan de emocionarse. Cada cosa, ellos ya están pensando en sus vacaciones, pero lo hacen con una ilusión que en verdad sorprende. Y vale la pena detener el tiempo y darse cuenta que uno tiene mucho que aprender de los niños en vacaciones.

Te dejo las 8 cosas que uno aprende o vuelve a aprender de los niños en vacaciones y que son una gran lección de vida:

1. Soñar y emocionarse.

Es increíble ver la ilusión de tus hijos cuando saben lo que van a hacer en vacaciones. Si tienen un viaje en puerta, la forma en que ellos se visualizan en ese lugar. Como adulto, muchas veces nos olvidarnos de soñar y emocionarnos. Haz el ejercicio, verás que tu imaginación es imparable y hasta tendrás nuevas ideas que no habías pensado.

2. Disfrutar cada momento.

El día del viaje ha llegado. Aún les haya tocado levantarse de madrugada, tus hijos desde que se despiertan están felices. Ha llegado el día de irse de vacaciones. En el coche o taxi van felices. Si el viaje es en avión, ver el despegue, sentir que están volando. Cómo disfrutan la comida del vuelo o trayecto. Llegan al destino y no hay cosa que no disfruten. Si es en coche, van observando cada cosa que ven por la ventana. Disfruta lo que tienes ahora, verás como es más placentera tu vida.

3. Lo bonito de las cosas simples.

Hoy en día, los juguetes son cada vez más complejos. Sin embargo, la mayoría de las veces, la imaginación de los niños es tan grande, que realmente no necesitan de grandes juguetes o el último juego digital para poder divertirse. Irse de vacaciones o tomar un paseo, es una excelente oportunidad para apreciar ésto. Los niños se divierten con cualquier cosa. Si es algo que no conocen, les llamará mucho la atención. El chiste es apreciar lo que tienen en el momento. Has lo mismo!

4. Disfrutar el tiempo en familia.

Es bonito ver en un viaje, cómo los niños quieren hacer todo con nosotros. Desde la organización del día juntos, las comidas, los paseos, las pláticas. Y también nosotros cómo los disfrutamos. Es cuando te das cuenta, que el tiempo pasa muy rápido y que hay que disfrutar a nuestros hijos, hacer que el tiempo que estamos juntos, sea el mejor. Pasan tan bien el tiempo, que se les hace tarde para dormir. Y qué satisfacción cuando los niños se quedan dormiditos en nuestros brazos o junto a nosotros, te das cuenta que para ellos, su familia lo es todo y para tí también.

5. A jugar y divertirse. Atreverse.

Es muy lindo ver a nuestros hijos jugar y divertirse, reírse sin parar. Cómo ellos inventan sus juegos y se divierten. Pero mejor aún, cuando nos piden que juguemos con ellos. Primero estás como externo al juego, pero sin darte cuenta, estás metidísimo y lo disfrutas tanto como ellos. Te ríes, te diviertes. Y es que si en nuestro día a día aprendiéramos a poder divertirnos con nuestras actividades diarias, otra historia sería. Por eso es tan importante buscarse un trabajo o actividad donde te puedas divertir. Disfrutar la vida.

6. A escuchar a los demás.

Seguramente piensas que sí escuchas a los demás. Pero cuando estás en un viaje o paseo lejos de casa, puedes escuchar todavía mejor. Trata de soltar tu celular y no estar pegado a él. No tienes otras distracciones y todo lo que te platican tus hijos, hasta se te hace más interesante. Y puede ser que antes te habían platicado, pero estás en el mood perfecto. Notas como tus hijos se ponen felices de platicar horas y horas contigo. No pierdas esta costumbre!

7. No hay prisa. Una cosa a la vez.

Ya estás de viaje o fuera de casa. Viendo a tus hijos jugar y disfrutar, te das cuenta que para ellos no hay prisa, ni están pensando en una lista interminable de pendientes. Cómo disfrutan lo que hacen en el momento. Así que trata de copiarles. Respira y verás como hasta rinde más el día.

8. Atreverse. Perder el miedo.

Qué tal un juego o un deporte que ellos hacen sin ningún miedo y te piden que lo hagas. Como que piensas que te vas a lastimar o romper un hueso. Desde un simple pasamanos que a lo mejor hace años no haces. Luego te animas y piensas que no es tan difícil. Lo intentas y te das cuenta que ya no tienes la fuerza de un niño. Es un buen momento para decidirse regresar a hacer ejercicio.

Y hay mil cosas más que los niños nos enseñan en las vacaciones. Salgas o no de viaje, los niños son un gran ejemplo y cómo cambiaría nuestra calidad de vida si por lo menos pusiéramos en práctica más seguido ésto.

Lo que uno aprende de los niños en vacaciones

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