Es inicio de año y todo mundo quiere empezar con sus propósitos de año nuevo. En mi mente claro que también está el querer empezar retos y proyectos nuevos. Sin embargo, los últimos meses han sido de gran aprendizaje en mi vida, por lo que pienso que un cambio de fecha en el calendario, no significa el cambio de vida.
¿Cuántas veces no hemos visto que la gente se propone bajar de peso en enero, o “el próximo lunes”? Los primeros días, el gimnasio está a reventar, todo mundo empieza como loco a hacer ejercicio, pero al cabo de unas semanas, la gente lo va dejando.
Y a lo que me refiero es que muchas veces tenemos muchos propósitos, pero el problema es pensar que los empiezas “ahora que empiece el año”. ¿Por qué esperar a que sea 1ro de enero si puedes empezar a cambiar cualquier día del año?
Voy a pasar más tiempo con mis hijos. Ahora que empiece el año, sí les voy a dedicar más tiempo. Voy a ser más cariñosa con mi esposo, ahora que empiece el año para que sea un buen año. Voy a empezar a cuidarme. Ahora que empiece el año voy a hacer mucho ejercicio y voy a comer bien (y mientras, te atascas todo lo que puedes, al fin, luego vas a empezar). Voy a pasar más tiempo con mi familia. Ahora que empiece el año…y si ese ahora que empiece el año, es muy tarde?
Te dejo 7 consejos con los que puedes empezar a tomar acción para tus propósitos y no tener que esperarte a que sea año nuevo, enero, lunes. Son pequeños cambios que pueden convertirse en grandes acciones o tus grandes propósitos.
1. Tiempo de calidad con tus hijos:
Si estás pensando en tener tiempo de calidad con tus hijos, no te esperes a que lleguen las vacaciones o fin de semana para disfrutarlos. Claro que es bonito irse de viaje y paseo, pero ellos se acordarán de los momentos es que estuviste presentes para ellos. Recogerlos en la escuela, recibirlos del camión, comer con ellos, ir al super y platicar, cocinar, llevarlos a una clase o hacer algo juntos puede ser un gran inicio. Si trabajas, será complicado poder hacer todo esto al mismo tiempo, pero puedes ir alternando. A tus hijos les encantará sentirte cerca y escuchados.
2. Empieza por tomar agua:
Si uno de tus propósitos es lograr el peso que tenías antes de tus embarazos, está bien que quieras hacer tus rutinas de ejercicio y plan de alimentación, pero en lo que te decides, empieza por tomar agua. Muchas veces queremos esperar a tener algo de condición para poder hacer una rutina completa, o el cansancio no nos deja o no nos motiva a empezar. Sabemos que esto puede tardar mucho, así que en lo que “empiezas”, toma agua. Será un pequeño logro que al irlo cumpliendo día a día, te motivará a poder empezar con una buena rutina de ejercicio o por lo menos, a moverte.
3. Descansa:
Como mamá, esposa, trabajadora o ama de casa, casi siempre es imposible descansar. Somos las que más temprano nos levantamos y somos las últimas en irnos a dormir. Quieres tener todo siempre bajo control y sabes o piensas que si tu no lo haces, no sucederá. A veces quiero matar a mi esposo cuando escucho que dice que a mi no me gusta dormir o descansar. Y no es de que no me guste, pero como mamás sentimos que no podemos simplemente dejar las cosas como están, o dejar a los niños sin cenar, pijamas, o dejarlos ver la tele hasta la hora que ellos quieran. Quieres lograr muchas cosas, pero si estás cansada, será más difícil, así que empieza ya.
4. Organízate:
No todo es fácil ni gratis, y a veces también implica un sacrificio de nuestra parte. Es muy fácil tener excusas. Pero si quieres lograr algo, hay que ir rompiendo esas barreras. Por ejemplo, pensar que no tienes tiempo para hacer ejercicio porque tus hijos no te dejan o tienes muchas actividades o trabajo en el día. Esa es la salida más sencilla. Pero si realmente quieres, busca aunque sea hacer 25 minutos al día. A qué hora? Levántate 25 minutos antes y has ejercicio aunque sea en tu recámara, sala o garaje. No hay excusas.
5. Practica decir No:
Sé que lo sabes decir, pero muchas veces nos falta ponerlo en práctica. A veces querer participar en todo, hace que acabemos más que cansadas. Así que es buen tiempo para empezar a ahorrarte algunos compromisos o actividades que no nos dejan tiempo para nosotras o para lo que queremos hacer. Esto también aplica para la oficina. Aprende a decir no, a interruptores de tus actividades y que impiden que hagas más rápido y bien tu trabajo.
6. Ten un tiempo para ti y consiéntete:
Seguro pensarás que no tienes tiempo para ti, pero tienes que empezar a tenerlo. No va a pasar nada si se quedan los juguetes tirados o la sala no quedó perfecta. Platica con tu familia y coméntales que haces muchas cosas y necesitas también un tiempo para ti. Llega cierta hora y te toca tu tiempo. Reparte responsabilidades y ponte la pijama o toma ese largo baño que te mereces. Métete a la cama, ve la tele, lee un libro, habla por teléfono, pero que sea ya un tiempo que es tuyo. Ya si eres una profesional en esto, tómate 1 día y vete a un spa o bien, tómate 2 días y te vas de viaje.
7. Agradece lo que tienes y haz algo que te guste:
Muchas veces no disfrutamos la vida por esperar grandes recompensas, pero a nuestro alcance tenemos lo mejor, salud, felicidad, familia, trabajo. Agradece lo que te ha dado la vida y disfrutarás mucho más todo lo que hagas. Retoma ese hobbie o haz eso que te gusta tanto. Te motivará y te hará sentirte renovada. Te sentirás bien y tendrás energía para hacer mil cosas más. Piensa en tí, te lo mereces!
Son recomendaciones sencillas que te pueden ayudar a encaminar grandes cambios. Que sea un gran año en todos los sentidos!
MamaTravelista 2019